La conservación y restauración de un libro se refiere a los procesos necesarios y eficaces para cuidar su integridad y extender su tiempo de vida útil lo más posible.
La restauración de un libro se refiere a las técnicas necesarias para reparar y renovar su aspecto anterior.
El objetivo principal de la conservación y restauración de un libro es preservar y recuperar las obras que representan un pedazo de historia, debido a que son muestras tangibles del pasado.
Conservación del Libro:
La conservación de un libro está un paso antes de la restauración, ya que se trata de un método preventivo. Para lograr el mantenimiento de un libro en buenas condiciones físicas que faciliten su consulta, se debe evitar el deterioro o destrucción del ejemplar.
Los libros están hechos de materiales orgánicos en su mayoría (papel o cuero en algunos casos) y esto provoca que con el tiempo se vayan deteriorando.
Para una buena conservación, se deben tener en cuenta algunos factores ambientales:
- Temperatura y humedad: una alta temperatura puede desecar los libros; una baja temperatura puede crear una condensación.
- Polvo: debido a su composición química, puede ser causa de deterioro interno del papel a tal punto que podría provocar hongos en los libros e incluso su decoloración. Para ello se recomienda una limpieza sencilla con un trapo, un plumero o una aspiradora especial para su eliminación.
- Luz: puede propiciar la oxidación y el oscurecimiento del papel, por lo que los libros no deben estar expuestos directamente a la luz solar.
- Insectos: ciertos tipos, como la polilla del tejido, la carcoma, el pececito de plata y la termita de madera seca, se alimentan del papel de los libros, creando en ellos pequeños agujeros llamados “galerías”. Una buena higiene y control de la temperatura ayudan a mantener alejados a estos y otros microorganismos maléficos para las hojas.
- Manejo: maltrato que las personas les dan mientras lo consultan. Entre los errores más comunes se encuentran: comer, beber o fumar cerca de ellos, abrirlos más de lo que su encuadernación permite, y extraerlos de manera inadecuada del estante, por ejemplo, al tomarlos por la cofia, la parte superior del lomo.
Restauración del Libro:
La restauración del libro busca la recuperación de la integridad física de la obra para recuperar su condición original en la medida de lo posible y recuperar las características perdidas o mutiladas de los documentos.
Los defectos más comunes de un libro a restaurar son:
- Manchas en los lomos o al interior de la obra de diversa naturaleza: agua, café, restos de comida, grasa, entre otros.
- Rasgaduras en algunas de las hojas que van desde una de pequeñas dimensiones hasta aquellas que atraviesan la hoja por la mitad.
- Hojas sueltas que se han descosido de su cuadernillo o cuadernillos completos que se han desprendido del resto.
- Dobleces de diversos tamaños en las hojas.
- Fracturas entre las hojas del libro, causadas por un impacto o presión, por lo que se desprenden entre sí y dejan el interior del lomo a la vista.
- Pequeñas cavidades hechas por los insectos que se alimentan de papel. A estas cavidades se les conoce con el nombre de “galerías” y pueden presentarse de diversas formas: un simple círculo que atraviesa gran cantidad de hojas formando una especie de cilindro al interior de un libro, o una especie de tubo horizontal en un menor número de páginas.
- Desprendimiento del lomo.
- Pérdida parcial o total de la cartera, o cubierta; consta de dos tapas y un lomo, generalmente hechos de cartón, cubiertos por un forro, el cual normalmente es de tela y puede estar acompañado de papel.
- Pequeños detalles del forro: deterioro de las puntas a causa del roce, o desgaste en la cañuela (cavidad lineal y delgada que se encuentra entre el lomo y la tapa) provocada por el movimiento de abrir y cerrar el libro.